Valoriza tu purín

Innovación y sostenibilidad, apuestas del porcino para consolidar la pujanza del sector en Aragón

Utilizar la tecnología para ganar en eficiencia en las granjas fue la cuestión que centró la jornada organizada por HERALDO y patrocinada por Caja Rural de Aragón

Más de 21.000 empleos, 4.000 explotaciones en municipios de menos de un millar de habitantes y una aportación al producto interior bruto aragonés del 3,5% son razones de peso, junto con la millonaria inversión de Bon Àrea en Épila, para brindar una apuesta decidida a la industria del cerdo. Lo dijo ayer el presidente Javier Lambán al inaugurar la jornada sobre innovación en el porcino organizada por HERALDO con el patrocinio de Caja Rural de Aragón.

«Necesitamos seguir mejorando el conocimiento del engorde del cerdo y la tecnología nos permite analizar los datos aportados por 112 corrales para que el desperdicio sea mínimo. También tenemos cámaras con registro del sonido de los animales para conocer su comportamiento. La tecnología nos ayuda a anticiparnos», reconoció Albert Vidal, jefe de Producción ganadera en Aragón de Valls Companys, una compañía catalana fundada hace más de 60 años, en la primera de las mesas redondas sobre ‘Sostenibilidad y nutrición’ moderada por la periodista Chus García, responsable del HERALDO del Campo.

«Un modelo de explotación ganadera arraigada al territorio que no se va a deslocalizar y una innovación con tres ejes: ambiental, social y de rentabilidad económica» es el que defendió Carolina Luna, directora de Innovación de Ganadería Caspe, fundada en 1986. «Ser más eficientes y más cuidadosos con el planeta es lo que nos permite la apuesta por la tecnología», señaló por su parte Eduardo Costa, director de Producción del Grupo Costa y presidente del clúster I+Porc. 

El directivo mencionó ‘Glicopepton Biotech, un proyecto que constituye un ejemplo de colaboración entre empresas para el autoabastecimiento de heparinas y productos con alto valor nutritivo destinado a piensos para animales y fertilizantes en España, que contará con una planta de transformación que se ubicará en Fraga (Huesca) con una inversión de unos 40 millones; y Sowcaps, otro proyecto de nutrición animal en el que participa Piensos Costa, Nucaps, la Universidad de Navarra, el IRTA (Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria) y TCM que consiste en, mediante una

novedosa técnica de nanoencapsulación, introducir ingredientes activos para que lleguen a su punto diana en las cerdas y tener así animales más sanos gracias a la mejor nutrición. Si se consiguiera bajar, dijo Costa, el 30% de ingredientes que se necesitan para hacer un kilo de carne, se ganaría en sostenibilidad o «queremos depender también en alimentación de terceros países?».

Por su parte, Ángel Casanova, director de Innovación de Ars Alendi, fabricante de piensos, destacó que «en la reducción de costes no todo vale» y puso como ejemplo la inversión que han realizado en placas fotovoltaicas para reducir el consumo de megavatios en la fábrica y el centro de inseminación así como en mejoras de climatización aprovechando el calor generado por los purines.

Los cuatro ponentes coincidieron en la necesidad de recabar más apoyos y recursos para avanzar en la sostenbilidad del porcino, algo que reclama el consumidor –«bipolar», según Costa, ya que «en las encuestas defiende el producto ecológico y en los lineales del supermercado elige por precio»– pero que «no nos podemos permitir», precisó Vidal porque «aún hay mucha gente en el mundo que no come carne y la ganadería tiene que ser intensiva»

En la segunda mesa redonda sobre ‘Innovación tecnológica en la cadena de valor’, moderada por Luis Humberto Menéndez, jefe de Economía de HERALDO, intervino Francisco Mur, director de Ingeniería, Producción e I+D+i del Grupo Jorge, que manifestó que aún se está a tiempo de frenar el cambio climático y como buenas prácticas citó las pilas inteligentes modulares que instalaron ya en 2015 en una planta de Vic (Barcelona) para consumir menos gas y luz y poder recuperar la energía que se pierde en los procesos de calentar y refrigerar agua, incorporada hace dos años a la planta de Zuera y ahora a la de Mollerusa (Barcelona) con lo que están reduciendo las emisiones de CO2. Aludió al proyecto ‘Biochip’ que les permite conocer la microbiota de los cerdos, mejorarla y eliminar los elementos patógenos.

Andreu Puig, director del departamento de Ingeniería y Energía de Bon ‘Àrea, recordó que la primera gran innovación que afrontó esta compañía catalana fundada en la comarca de La Segarra hace 63 años como fábrica de piensos –sumaron los mataderos en 1974– fue incorporar su red de tiendas (ahora 570) para no soportar los largos plazos de pago de las cadenas de distribución ni su presión, pero que después no han parado a la hora de innovar en producto añadiendo cada año 30 nuevos a sus 3.000 referencias e incorporando instalaciones de biomasa y biogas a sus producciones de proximidad. En Épila implantarán, anunció, «el primer camión de hidrógeno de fabricación española con 400 kilómetros de autonomía para hacer el reparto a Zaragoza, Madrid, Navarra y Valencia».

Fotos de la mesa redonda de innovación en el sector porcino

Alberto Escoda, responsable de I+D de Cincaporc, indicó que el análisis de datos, con sensores colocados en granjas y cebaderos, es fundamental para la detección temprana de brotes epidemiológicos y poder reducir las bajas y el uso de antibióticos. Además puso el acento en la necesidad de acondicionar el tipo de pienso para elaborar dietas en la etapa productiva del animal dado que en la industria porcina el coste de la alimentación es el más importante.

Luis Alberto Alonso, responsable de Desarrollo de Negocio del Grupo Arcoiris, habló de la planta de biogas de Valderrobres (Teruel) como proyecto estrella y de la necesidad de tecnificar todos los procesos sin perder de vista el marco de la seguridad y la calidad.  

Ante el reto de resolver el problema reputacional y medioambiental

La pujanza de un sector, que «sobrevive sin prácticamente ninguna ayuda pública» tiene dos desafíos por resolver, subrayó Lambán, al inicio de la jornada. Uno es el problema reputacional que pasa por dar salida a la contaminación medioambiental que suponen los purines y otro por reducir las emisiones. Ha sido «trascendental», dijo, el congreso Renowagro en el que el grupo Tervalis planteó fórmulas para solucionar los problemas de la agricultura y la ganadería extensiva con la sustitución de fertilizantes minerales inorgánicos, contaminantes, por los orgánicos. 

«Tervalis ha puesto al servicio de la DGA patentes que hacen posible eliminar la fertilización mineral. Sería la primera gran innovación y la segunda hacer que colaboren más dos sectores que tradicionalmente se han demostrado no muy colaborativos, pero que son complementarios», añadió.

«Tenemos multinacionales que se están lucrando con los abonos inorgánicos. Estoy convencido de que en menos de diez años, el purin dejará de ser un problema. Hay que mejorar la formación de los agricultores y que nuestro sector se ponga las pilas», dijo Eduardo Costa. Mientras que Ángel Casanova, de Ars Alendi, apostó por «desterrar el concepto de purín como residuo por el de recurso ya que a futuro podrá revalorizarse». Mientras, Albert Vidal, de Valls Companys, recordó que los acuíferos mas contaminados en Cataluña son los del Maresme y es por los nitratos inorgánicos más que por los purines y que habría que poner mecanismos de control, pero «¿quién lo asume?», planteó. «Nuestra obligación es reducir el impacto de la actividad y mejorar su imagen reputacional». «Hay un mandato social», añadió Costa.

Para cerrar la jornada intervino Joaquín Olona, que aseguró que «hay tecnología» para aprovechar los purines como fertilizante orgánico. «La solución a los purines es la fertilización. El problema de los purines es el nitrógeno y el de la energía el carbono», explicó. «Mi propósito es terminar de convencer al sector de que no se equivoquen de apuesta, que la solución tiene que venir de la mano de la fertilización. Hay un exceso de nitrógeno y la oportunidad de sustituir fertilización mineral, que importamos y nos cuesta mucho dinero, por la orgánica y utilizar así los purines como materia prima para fabricar fertilizantes orgánicos», concluyó.

Fuente: https://www.heraldo.es/noticias/economia/2022/12/21/aragon-innovacion-y-sostenibilidad-apuestas-del-porcino-para-consolidar-la-pujanza-del-sector-1619983.html