La Guardia Civil lleva a la Fiscalía la extracción de aguas subterráneas y los derrames desde cebaderos de cerdos en las dos comarcas

La Fiscalía y la Guardia Civil siguen estrechando el cerco a la extracción ilegal de aguas subterráneas en el Campo de Cartagena en la comarca del Guadalentín y a la contaminación de estas zonas y de la cuenca del Mar Menor por el vertido de aguas cargadas de nitratos. Tras las macrooperaciones que destaparon la existencia de cientos de pozos y desaladoras ilegales, así como el vertido de las aguas sobrantes al acuífero cuaternario y a las ramblas, las autoridades han puesto el foco en la ganadería intensiva y, en particular, en la actividad de los cebaderos de cerdos.

La lucha contra el robo de aguas del subsuelo continúa, pues hace solo tres meses la Benemérita desmanteló una presunta trama criminal en Mazarrón e imputó a tres personas por presuntos delitos contra los recursos naturales y de usurpación de aguas. Pero este lunes, marcó públicamente un punto de inflexión, al detallar el resultado de su campaña extraordinaria de vigilancia de granjas de cerdos. Como desveló en primicia por LA VERDAD, arrancó a principios de 2022 y su gran relevancia queda clara: la dirige la Fiscalía General del Estado.

Ene un comunicado, la Guardia Civil informó de que en la ‘Operación EEMAME’, quince personas están bajo investigación por «presuntas extracciones indebidas de aguas subterráneas y por vertidos y depósitos de deyecciones ganaderas porcinas» en la cuenca marmenorense y en la del río Guadalentín. Ha realizado 54 inspecciones en explotaciones ganaderas y empresas gestoras de residuos ubicadas en los municipios de Cartagena, Fuente Álamo, Torre Pacheco, Alhama de Murcia y Totana; y que, en ellas, «ha descubierto quince captaciones irregulares de agua, supuestamente destinada al abastecimiento de las explotaciones ganaderas y al consumo animal».

225 balsas y 118 denuncias

La revisión de 255 balsas de almacenamiento de purines y 20 de acopio de estiércol también sacó a la luz «un gran número de irregularidades», con riesgo de dañar el medio ambiente. Y las diligencias policiales fueron trasladadas a la Fiscalía Superior de la Región de Murcia. Según fuentes de toda solvencia, el Ministerio Público está realizando averiguaciones.

Tras un análisis invididualizado, decidirá si archiva las diligencias para cada imputado, sea persona física o jurídica, o presenta una denuncia en los juzgados. Paralelamente, la Guardia Civil ha formulado 118 denuncias administrativas por infracciones de la normativa ganadera. La Ley de protección y recuperación del Mar Menor prevé multas de 5.001 a 50.000 euros por infracciones graves y de 50.0001 a 500.000 euros por las muy graves. Los agentes encontraron «balsas de purines próximas a ramblas, desbordamientos» de depósitos, «vertidos directos», «canalizaciones de purines a la intemperie y acumulaciones de restos sólidos». Los derrames, bien directos o bien por filtraciones, dada la falta de impermeabilización, «representan un potencial peligro para el medio ambiente», indicaron en la Benemérita. Y aseguraron que algunos vertidos de purines afectarona al espacio protegido Saladares del Guadalentín, incluido en la Red Natura 2000.

«Colaboración» de la Consejería, la CHS y los ayuntamientos

Durante más de un año, guardias civiles del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de Murcia y de la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente (Ucoma) se han desplegado por el Campo de Cartagena y por el valle del Guadalentín para comprobar el cumplimiento de la normativa sobre agua y ganadería. Lo han hecho bajo la dirección de la Unidad de Medio Ambiente y Urbanismo de la Fiscalía General del Estado. Además, dado que «esta operación se enmarca en las actuaciones que viene desarrollando la Guardia Civil para la protección del medio ambiente», este cuerpo «ha contado con la colaboración de la Confederación Hidrográfica del Segura, de la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca de la Región de Murcia y de los respectivos ayuntamientos», explicaron en el Instituto Armado. Y añadieron que «las personas investigadas y las diligencias instruidas han sido puestas a disposición de la Fiscalía Superior de Justicia de la Región de Murcia». En febrero de 2022, LA VERDAD avanzó que agentes del Seprona y del Ucoma habían acreditado la existencia de balsas con deficiencias en la impermeabilización y lixiviados de purines (materia orgánica formada por orines y excrementos porcinos) a terrenos cercanos a los cebaderos de cerdos.